Por Jorge Laborda Molteni (*)
El Día de la Mujer vuelve a poner de relieve las situaciones de desigualdad que subsisten respecto de los hombres en los más diversos campos. En Historia de las mujeres (Santillana, 1993), Georges Duby y Michelle Perrot, lo expresan con todas las letras, “durante mucho tiempo las mujeres quedaron abandonadas en la sombra de la historia”.
Pioneras inolvidables, heroísmo
El Día Internacional de la Mujer es un día de reconocimiento al legado de coraje, sabiduría e independencia que entregaron inolvidables pioneras, también al heroísmo de unas obreras textiles en huelga que murieron encerradas en el trágico incendio en la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist NY. Este suceso de sangre y fuego tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos, se le adjudicó una fecha y un lugar, 8 de marzo de 1857, Nueva York.
Las mujeres que han roto su silencio con inmensa valentía, abarcan todas las razas, todas las ocupaciones y prácticamente todos los rincones del mundo. Nunca antes se había presenciado este ímpetu y movilización que involucra a mujeres y hombres, niñas y niños que claman por la erradicación de la violencia de género, sumada la gran ayuda que hoy brindan las nuevas tecnologías, permitiendo denunciar en tiempo real atrocidades y horrores, machismo primitivo y troglodita de dominación por el músculo.
La violencia de género es la cara más brutal de la mencionada desigualdad entre los géneros y, para combatirla en forma integral, es mandatorio poder desandar nodos estructurales abordando no solo lo urgente, sino también aquellas desigualdades invisibles y enquistadas de las que poco se habla y tanto condicionan. Una buena herramienta para ello será continuar favoreciendo la coeducación en valores alejada de los prejuicios de género que nos daña a todos.
Estilos conductivos, liderazgos
El feminismo ha prosperado, en los últimos cincuenta años se han elevado los niveles de participación de la mujer en casi la totalidad de las actividades humanas.
No queda ningún aspecto del vasto escenario de la inteligencia y del trabajo en que la mujer hoy esté ausente, tareas y responsabilidades que se creían exclusivas del género masculino. Las diferencias tienen que ver con estilos conductivos y no con capacidades. La inteligencia y la psicología femeninas tienen atributos muy propios
y distinguibles, la empatía y la sensibilidad los más conocidos, inteligencia emocional, donde se requiere una mirada no tan racional, menos plana y más comprensiva, la mujer es imprescindible.
En estos tiempos frente a la catástrofe epidemiológica hubo un dato singular que requiere, al menos una lectura. Cuando comenzó la pandemia, quienes mejor gestionaron fueron las líderes del mundo : Angela Merkel (Alemania), Mette Frederiksen (Dinamarca), Sanna Marin (Finlandia), Kristjana Asbjornsdottir (Islandia), Erna Solberg (Suecia), Jacinta Arden (Nueva Zelanda) que fue modelo para el mundo por la rapidez asombrosa de su reacción y Tsai Ing-wen (Taiwán).
¿Atributos de mujer, coincidencias o tuvo que ver con una capacidad más empática de los instalados liderazgos femeninos? Una hipótesis es que generaron mayor confianza, se mostraron más humildes y más cautas frente a tanta incertidumbre.
Estas mujeres reaccionaron rápido y bien, priorizaron la vida y el cuidado de su gente, lideraron mejor.
STEM
Cada año son más las mujeres que se vuelcan a carreras relacionadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. Se las conoce como “mujeres STEM” (acrónimo en inglés de science, technology, engineering y mathematics).
Las empresas y organizaciones que más avanzadas están respecto de políticas de inclusión y diversidad, empiezan a buscarlas y valorarlas en respuesta con un clima de época que viene de la mano del feminismo. Igual capacidad, iguales oportunidades e iguales derechos.
Desafíos
Hoy, como integrantes de esta sociedad, tenemos la responsabilidad y el compromiso de transmitir esta herencia a las nuevas generaciones de mujeres para decirles que los derechos de los que hoy ellas gozan, fueron ganados duramente a costa de sacrificios, dolor y ostracismo por valientes mujeres que se enfrentaron a la incomprensión, al autoritarismo y la maledicencia de la sociedad de su tiempo, luchas y desafíos que continúan.
No existen personas que carezcan de prejuicios sino personas con honestidad emocional e intelectual capaces de revisarlos. En cualquier ámbito donde se tomen decisiones, el aporte de la mujer es único e irreemplazable. Por eso, cuando se las posterga, no solo pierden ellas, también los hombres. Igualdad para mujeres, corresponde a progreso para todos.
(*) Consultor en Gastroenterología